20.00h Paseo de la Castellana de Madrid.
Miles y miles de niños intentan captar la atención de su Rey Mago para que se acuerde de llevarles esa noche la Barbie que pidieron, la peli de Bob Esponja, o el Action Man de turno…
Aquiiii, aquiiii, Baltasarrrr!! Es aquiiii, tráeme el juego para la wii, aquiiii, a mi casaaaaaa!!
Miras las caras de cada uno de esos mocosos y te vas contagiando de pequeños regalos de cargados de ilusión.
Recuerdo todavía aquellas cabalgatas con frio, lluvia, viento, escalera al hombro y armados hasta arriba de gorros, bufandas y guantes.
Es la noche de los insomnios, los despertares inesperados a media noche, y los estados de inquietud. Para los más mayores es, sin embargo, un día más en el que se madruga. Aparece el peque, se mete en la cama y empieza a despertar a todos los habitantes.
El resto, os lo podeis imaginar…
En mi casa, bajamos al salón colocados de mayor a menor con los ojos cerrados y solemos encontrarnos todo lleno de globos y regalos.
Yo, con mis 25 recien cumplidos sigo teniendo tanta tanta ilusión por ese día que, en mi casa, he sido yo la que más ha madrugado…
Bienvenidos al país de nunca jamás…
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