Este fin de semana me he buscado un plan de chicas diferente. Mis amigas Flavia y Marina (con la que comparto esta afición por innovar y buscar cosas molonas) nos apuntamos hace un mes a “The kinfolk table“.
Kinfolk, es una revista que habla de encuentros entorno a una mesa, -con unas fotografías que tienen una estética muy personal- lanzaba un libro de recetas (que tardaré poco en comprar) y querían presentárnoslo con una cena así de chula.
El lugar elegido fue el espacio bonito de Federica&Co, que con la decoración y la ayuda de las chicas de Butter&fly y Brumalis prometía desde el primer minuto.
Mientras Federica nos cocinaba unas cosas buenísimas, nosotras hablabamos con un montón de chicas inquietas, que junto a la experiencia del evento en sí, es de lo mejor de este tipo de cenas.
Además de conocer a todas las organizadoras que habían puesto todo su cariño para que todo estuviera estupendo, conocimos a Rosa de La vida mini que tiene dos niñas mulatas que son un espectáculo y a Rosario de crumbsandco que también tiene dos bellezas y que encima cocina de lo lindo ;) (doy fé).
Lo único malo, es que el estómago no daba más de sí por mucho que quisieramos seguir probando cosas ricas.
El menú era delicioso, y de verdad, aun que me guste la gastronomía y esté siempre probando cosas fuera, hacía tiempo que no comía tan rico: Alcachofas fritas, polpette alla veneziana, pappardelle con ragú de ciervo, pintada con patata al horno, mousse de chocolate y tarta tartín entre otros. (no os digo más que me entra el hambre…)
Los asistentes a la cena teniamos que llevar una receta que significara algo especial para cada uno de nosotros. Yo llevé la del tomate de mi abuela Bimbi, que sin lugar a duda es el mejor que he probado ;)
El tiempo dirá qué es lo que hacen con tantas recetas luego ;)