Un avión de 2 horas desde Pekin, una espera de 8 horas en la ciudad de Changsha y un tren nocturno de otras 8 con chinos oliendo y comiendo non-stop es lo que te toca si quieres llegar hasta las famosas montañas flotantes de Pandora. ¿Quieres ver si merece la pena? Yo lo tengo claro ;)